Meditación:  Descargando deseos.

Conectar con la energía sutil. Precipitar tus deseos. Manifestar.

Experimentar milagros.

Prepara tu espacio, crea tu ambiente, armonízalo.

Respira profundo y consciente para ir conectando contigo, con tu yo más profundo y genuino.

Vuelve este circuito, este escaneo, una práctica meditativa.

Te recomiendo hacer esta práctica, sentado, sentada, descalzo, descalza. Como magos, como magas.

En lo posible y si te sientes cómoda, cómodo; suelta tu cabello, sácate anillos, pulseras, collares.

Respira, respira a tu ritmo y profundo.

Cierra tus ojos.

Vamos a elevar nuestro deseo, la intención, a develar el verdadero y más honesto querer.

Así funciona el sistema mecánico de fluidos que es el Universo, así se descargan los códigos y así se alcanza la manifestación.

¿Comenzamos?

Atento, atenta a la pregunta y encuentra, expresa la respuesta, revisa bien adentro y respóndete.

¿Quieres algo?, ¿Deseas manifestar algo?; ¿Que deseas? Enfócate en tu deseo más inmediato o prioritario.

¿Lo tienes?… Sujétalo.

¡Vamos a descargarlo!

Tú tienes todo el poder para hacerlo y solo dependerá de conectar con la pureza del amor genuino, limpio y perfecto que viene del Espíritu santo, de la divinidad que habita en ti.

Ahora vamos a anclar: respira profundo, estás aquí, estás ahora aquí, contigo; sostén tu deseo… ahora movilízalo, intencionalo profundo, abre todas las puertas del dar en grande con ese deseo.

Anda muy adentro e identifica los ¿PARA QUE?

Mira y sostén la parte de tu yo que también desea para sí mismo, para sí misma con y por propósito de vida.

Revisa los sentimientos que genera en ti este escaneo, identifica y verifica las emociones que desatan la voluntad, que activen la acción, que le dan energía a tu deseo y tómalas para hacerlas recorrer el cuerpo. Fíjate como y donde vibran, que color reflejan, donde se van alojando, que se encarnen en ti.

Acompaña esta práctica con fe profunda, con confianza y con respiración consciente y presente. Con calma, soltando el tiempo, enfócate en percibir lo sutil.

Quédate en la parte donde te genere más paz, más tranquilidad, sonríe si así te fluye.

Lleva tus manos al frente, con las palmas abiertas, como si recibieras una lluvia de agua dulce, fresca, purificadora. Siéntela, respira y abrázate con amor.

Da gracias por este momento, da gracias por estar aquí para ti, da gracias por ser,

 Abre los ojos y escucha con atención.

Repite esta práctica tantas veces como desees, tantas veces como se te haga habito y aplícala para cada área de tu vida.

Complementare esta practica meditativa con una guía gratuita, es una guía de acción para la manifestación del deseo.

Puedes solicitarla directamente desde la sección de contacto.

Si deseas que hagamos esta practica en vivo, vía online, contáctame y agendamos.

Gracias, gracias, gracias por ser, por estar para ti.