Cuando escuchamos o decimos que debemos o que queremos seguir adelante, suele ser cuando ha ocurrido algo que nos sacude la vida, generalmente no se trata de algo tan bueno.

La primera actitud que se asume, casi siempre, es la de víctima, ponerse chiquito, acomodarse en el dolor, o en resentimiento, en culpa, o en papel de juez, buscando culpables, incluso hasta en sentimiento de odio.

Esa en serio, es la peor manera de buscar protección, refugio y consuelo; porque, no es sano, te lleva a la segunda peor actitud, que es huir, escapar, encerrarte, bloquear la luz, activar mecanismos de defensa que cubren tanto la herida, que hace que se pudra, que se descomponga.

Entonces, huir, escapar, distanciarse, alejarse… es otra supuesta forma de protegerse, pero también es una posición de cobardía, porque no representa una solución verdadera, no llega al fondo; queda como solo colocar una bandita o curita sobre una herida sucia.

Y es grave esto, porque hay personas que siempre están victimizadas, otras que se enganchan en un resentimiento eterno que no las deja ni respirar, es una amargura profunda, tan profunda que dejan de sentir, se vuelven secas, ásperas, cierran su garganta, bloquean su corazón, rompen con el puente sagrado de luz y verdad que hay entre su pecho, su garganta y su visión.

Esa actitud más que protegernos, nos hace vulnerables a ese dolor, porque la herida nunca sana y cuando alguien toque esa vulnerabilidad, en ese tema, en esa área de tu vida, se van a activar tus defensivas y no genera nada bueno, nada saludable. De ahí, padres y madres golpeadores de sus hijos, maltratadores, violentos, ofensivos, despectivos, soberbios, infelices.

Y así como en sus hijos, también son jefes humillantes, explotadores, parejas ofensivas y pare de contar. Se vuelve una cadena de oscuridad. Y todo por no decidir, elegir moverse a otro lugar, desarrollar la voluntad de caminar hacia la sanación, hacia el valor de hacerse cargo de lo que duele, de resolver los temas pendientes, los traumas, los dolores.

Si tú que me estas escuchando, estás viéndote reflejada, reflejado en esto que yo estoy diciendo, te pido que pares de victimizarte y de hacer responsables a otros (así tengas millones de razones), porque aquí lo importante es que te liberes tú, te sanes tú.

Así vas a poder dejar de maltratar a otros, de dañar a otros y de dañarte a ti.

La tercera actitud es la negación, es el ego a flor de piel apoderándose de ti y asfixiando a tu yo real. Es la postura que reúne a la victimización silenciosa y a la cobardía encubierta.

Sin darte cuenta, te olvidas, te desprendes de ti para vivir huyendo.

Puedes cambiar de pareja, de lugar, de trabajo, de amigos; pero al final del camino que recorres día a día, sigues cargando contigo.

Te invito a seguir adelante, TEN VALOR, te invito a superarte, a avanzar, pero andando contigo más consciente que nunca, en aceptación y apoyo propio; considerándote sin victimización y cuidándote sin defensivas. 

Te invito a que atiendas lo que paso, busca respuestas, conversa con quien tengas que conversar, así estés consciente de que no recibirás una disculpa, solo atiende a tu luz interior, a ese ser único y autentico que eres y que aún no conoces.

Encuentra el tiempo para ir a ti y escucharte, mirar tus reacciones y sensaciones, procesarte. Aquí no vale lo inmediato, aquí vale la constancia y sostener tu proceso.

Te aseguro que encontraras la certeza de que todo lo puedes, de que todo se supera y de que tienes el poder personal de construir y transitar los caminos que desees. Se la luz que otros necesitan para recordar que existen. ¡Ten valor!.

Y te hablo claro, no hay un guion, no existe una receta, solo encuentra tu propio método y déjate ayudar, busca maneras, toma lo que te sirve, busca recursos y los vas a encontrar porque abundan.

Yo cree, diseñe mi propio método y hasta ahora me atrevo a compartirlo, a ponerlo al servicio de todo aquel ser humano que este en un lugar incomodo y este determinado a moverse hacia la transformación de su ser.

Vas a saber cómo vas en tu proceso o si lo que estás haciendo te hace bien porque te genera tranquilidad, una paz que no conocías y ese es el indicador de que estas volviendo a ti, de que estas sanando y que estas avanzando.

Para cerrar quiero contarte que prepare algo especial para ti, se trata de una meditación guiada, la titule PUENTE DE LUZ. Seria genial que la escuches, que la sientas y que me compartas como fue la experiencia.

Anda a mi canal y búscala, disfrútala. Me salió del alma.

Deseo que permitas que fluya todo el valor que hay en ti.

Espero conectar contigo en el próximo episodio

Yo soy Luci y tú ¿En qué balances y frecuencias te mueves?